La semana pasada advertí en mi cuenta de Twitter, que el presidente Santos terminaba nombrando de ministro de Agricultura, a alguien sin experiencia y sin conocimientos del sector agropecuario. Queda claro que, para el mandatario de los colombianos, es más importante resolver el problema de los votos de su coalición política que los problemas del campo colombiano.
Causa mucha indignación que, el presidente Santos, haya ordenado un Censo Agropecuario -que les costó a los colombianos $ 340.000 millones-, para luego no resolver los graves problemas de abandono que dijo haber encontrado en dicho censo. Según el diagnóstico del Dane, de los 2.7 millones de productores censados, el 54% dijo no tener título de sus fincas, el 43% no cuenta con educación básica primaria, el 89% no tiene acceso a crédito y el 84% no cuenta con asistencia técnica, maquinaria agrícola, ni sistema de riego. Han pasado dos años y el gobierno no hizo absolutamente nada para resolver estos problemas.
Contrario a lo anterior, el gobierno decidió hipotecarles a varios congresistas del partido de la U, Liberal y Conservador, el ministerio de Agricultura, por el respaldo que le han brindado en el Congreso. Como se avecinan las elecciones legislativas del año entrante, estos mercaderes de la política necesitan a un ministro experto en contratación pública y no en desarrollo agrícola y rural. Ahora lo urgente es cuadrar el presupuesto para la financiación de las campañas políticas. Los abandonados campesinos que esperen.
Del presupuesto del 2017, el nuevo ministro de Agricultura, va a tener una chequera superior al billón de pesos, para firmar contratos directos Express de aquí al próximo 10 de noviembre, cuando entra en vigencia la Ley de Garantías. Después que pasen las elecciones de congreso y presidencia, va a disponer de otros 2.3 billones de pesos, del presupuesto del 2018, para atender otros compromisos de estos senadores.
Se preguntarán ustedes ¿cómo carajo se pueden financiar estas campañas políticas con los recursos de los campesinos? Es posible que, un aporte importante salga de las empresas que tienen contratos de vigilancia, aseo, transporte, equipos, publicidad, arrendamiento y adecuación de oficinas, en ministerio de Agricultura y a sus entidades adscritas y vinculadas. Nadie se va a exponer a que no le renueven su contrato.
Otra parte puede salir de los contratos de consultorías, nóminas paralelas, convenios de asistencia técnica con sus alcaldes, concesión de créditos y contingentes extras de importación de alimentos y materias primas sin aranceles. Es un torcido parecido a la financiación de la campaña presidencial del 2014, con Odebrecht, la ANI, Fonade, ministros y congresistas que ya están siendo procesados por la justicia. El combo McDonald completico.
Con el 18% de comisión del presupuesto del minagricultura, se pueden lograr fácilmente 21 curules para el partido de la U, 19 para los godos y 16 para el partido Liberal. Con 56 senadores elegidos, pueden negociar con el candidato que salga de la coalición de centro izquierda una vicepresidencia para Cristo o Pinzón, ministerios y direcciones regionales del Sena, ICBF y otras entidades que les pueden dejar ingresos superiores a los $ 100 millones mensuales.
Es así como estos sinvergüenzas construyen su futuro y el de nuestro país.